Literatura GALi - Fredel Granados

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-2007-2009-
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"El pozo comelón"

Había un pozo muy comelón, le gustaba comer personas.
Un día vio a un niño y le dijo: “Ven a verme” ¡No mi mamá me dijo que no me acercara!
-Bien, adiós.- Ese niño se salvó.
El pozo empezó a llorar y de pronto vio a un arcángel, ¡es el arcángel Miguel!
¿Qué haces aquí? Le dijo el pozo al arcángel.
Vengo a explorarte.
-Bueno, entra.-
El arcángel se fue al fondo del pozo y había una gran moneda de oro y dijo que esa moneda era mágica y para comprobarlo pidió un deseo: “Deseo ir afuera del pozo” y se concedió.
Pero antes de salir le puso una inyección al pozo para que el pozo ya no se comiera a la gente… ¡aaaaucchhh! Gritó el pozo. ¿Por qué hiciste eso?
Esa fue tu lección por tragarte a todas las personas que ves y se acercan a ti.
El pozo aprendió a comerse a nadie, esto pasó en 1892.

Fredel Granados Chávez
6 años
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"El regalo de Melanie"


En los años cincuenta había una mansión donde vivía la niña Melanie.
Ese día era su fiesta de cumpleaños y pasó algo que no se esperaba, había invitado a su fiesta a veinticinco amigos suyos, pero solo fue uno.
Su amigo se llamaba Erick, no estaba vestido con traje de fiesta. Estaba vestido de negro, traía unas botas con rayos de color amarillo y su camisa de manga larga tenía rayas de color azul.
Primero decidió la niña abrir su regalo, antes que empezara la fiesta, pero el niño lo había dejado en su carro, pero no le dijo a Melanie porque no fue a propósito. Iba a ser una sorpresa su regalo.
Melanie le dijo: ¿una sorpresa? Erick le dijo que sí, que se esperara.
Melanie le dijo que si lo podía sacar de una vez y lo guardaba para después.
Erick le dijo: ¡No, porque puedes engañarme y lo puedes abrir!
Melanie se entristeció mucho porque ya quería abrirlo, y esperó.
Comieron pastel de plátano, habían tomado refresco “Jarritos” y comieron mucha pizza porque no habían ido los demás.
La mamá de Melanie les dijo que los llevaría al parque después de que jugaran un rato en la cochera, pero como su mamá no sabía donde había un parque, entonces los llevó a nadar.
Terminó la fiesta y era hora de volver a casa, pero Melanie no sabía lo que era su regalo y por fin, Erick se lo dio, era una caja de color amarillo con puntos rosa fuerte.
Dijo la mamá: ¡Ábrelo ya, ábrelo!
Melanie fue por unas tijeras para abrirlo, hasta que lo abrió... El regalo era ¡nada!
No había nada en la caja, solo una simple tarjeta que decía:
“No tuvimos dinero para comprar el regalo, así que te traigo la caja, pero el regalo no.”
Melanie le respondió a Erick: Tanto esperé para que fuera mi cumpleaños y mi regalo es ¡nada! Y se lo regresó a Erick.
Erick le dijo: “Pues sí, pero para la otra te doy tu regalo”
Melanie vivió furiosa por no tener regalo.
Erick vivió triste porque Melanie se puso furiosa con él.

 Fredel Granados Chávez
6 años
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"La niña curiosa"

Fredel
Fernanda soñaba con escalar un volcán, creía que había nieve porque ahí era invierno y a ella le gustaba el invierno para jugar en la nieve.
Un día se durmió muy temprano y despertó a la una de la mañana, entonces decidió ir a un volcán, ella conocía uno cerca del pueblo.
Preparó mochila: una cuerda, un gancho, unos tenis especiales para escalar y unas mini galletas, termo de agua y un abrigo.
Despertó la mamá y le preguntó a Fernanda: ¿Qué traes en esa mochila? Y como ella no quería que su mamá supiera que iba a escalar el volcán, le dijo que iba a ir a un día de campo.
La mamá dijo: Está bien, pero yo te acompaño.
Bueno mamá, pero ¿puede ser nada más hasta la puerta?
Dijo la mamá: Si.
A la niña se le olvidó dónde quedaba el volcán y se perdió. Fue a dar a un volcán que era el más explosivo del mundo y quiso subir, en el momento que Fernanda ya estaba en la punta, explotó el volcán y Fernanda fue a dar a su casa con la explosión del volcán, cayó en la chimenea y como la estaban usando, el humo tenía fuerza y la mandó al volcán de nuevo y el volcán volvió a explotar y la mandó otra vez a la chimenea y la chimenea tenía tanta fuerza del humo que la volvió a mandar al volcán y así duró tres horas y cuando todo paró se bajó del volcán porque ahí había terminado todo.
Y mientras, en su casa, su mamá estaba demasiado preocupada por ella.
Cuando Fernanda estaba abajo del volcán se encontró el mapa de regreso a su casa y lo siguió hasta llegar.
Pensó que le diría siempre la verdad a su mamá y que ya no regresaría para subir volcanes. 

Fredel Granados Chávez
6 años

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"La serpiente gritona"

la serpiente gritona
En 1930 existía una yegua llamada “Yagua” ella no tenía ni familia, ni amigos, tampoco tenía comida, ni casa.
Pero un día se encontró con una serpiente, se llamaba “Serpy.”
A “Yagua” no le gustaban las serpientes y además ese tipo de serpiente era venenosa, pero no era mala, me refiero a que a la gente buena no le hacía daño, a la mala sí y a las yeguas no les hacía nada.
Yagua empezó a correr de miedo, pero como estaba embarazada, no podía correr tanto y Serpy le estuvo gritando que se detuviera, solo quería darle algo.
Hasta que se detuvo, y le dijo Serpy: “No te voy a hacer daño, solo te quiero dar un poco de pasto y agua fresca. Yagua le dijo que si estaba segura de que no le había puesto veneno al pasto y al agua y Serpy le dijo que no le había puesto veneno.
Yagua no estaba segura de que debía comer el pasto y el agua, pero le dijo que sí se iba a comer el pasto, pero antes de que se lo comiera pasó algo muy lindo: nació el bebé yegua.
A Serpy no le gustaban los bebés yeguas, le daban miedo y empezó a correr.
Yagua le dijo que se detuviera que no tenía nada qué temer y le preguntó a Serpy porqué le daban miedo los bebés yeguas y le respondió Serpy: “Me dan miedo porque un señor yegua me dijo que las yeguas bebés podían hacer daño a las serpientes, como pegarles, sacarles el veneno y les podrían robar a sus serpientes bebés.”
Yagua le dijo que eso no era cierto, que solo los cazadores hacían eso, entonces Serpy se detuvo y le dijo que si se lo podía comprobar.
Yagua se acercó a Serpy y le dijo: “No tengas miedo, toca a “Yegüita” porque yo se que tú tampoco le vas a hacer daño. Serpy se acercó y la tocó y entonces, Yegüita dijo su primera palabra: “Mamá”, pero Serpy pensó que con esa palabra Yegüita la iba a atacar y se fue corriendo otra vez, pero esta vez se fue corriendo, arrastrándose lo más rápido posible hasta llegar a una cueva y ahí pensó que iba a estar a salvo, pero al lado de ella estaba Yegüita, llegó primero que Serpy, y también estaba Yagua.
Serpy cuando se dio cuenta gritó como niña y esta vez Yagua atrapó a Serpy del cuello porque la asustó y le dijo: “No tengas miedo, solo es una simple yegüita que no te puede hacer nada de daño.
Pero, pasó algo que no tenía que pasar: Serpy se arrastró tanto que llegó a un bosque, Yagua y Yegüita siguieron a Serpy y se encontraron con un lobo y esta vez, le dijo Yagua a Serpy: “Este sí te puede hacer daño” y de tanto miedo que tenía Serpy, en verdad gritó como niña otra vez y salieron corriendo a su casa y ya Serpy, Yagua y Yegüita fueron amigos y todos vivieron asustados porque le tenían miedo al lobo.

Fredel Granados Chávez
6 años
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"La niña encadenada"

Sucedió a una niña que se llamaba Lily, sus papás antes la dejaban salir, pero con el tiempo no la dejaban salir: un día no, dos días sí, un día no, tres días sí…. Y diez días no.
No la dejaban salir, no porque no obedeciera, no es que se haya portado mal, es que sus papás no querían porque el primer día que fue a pasear se encontró a un robachicos y de nuevo lo vieron, así que por eso no querían. Pero el papá y la mamá no se lo querían decir.
En las noches Lily salía para jugar, pero sus papás la escuchaban, así que cada noche y cada día no la dejaban… así que solo jugaba con sus muñecas y su casita de princesas.
Hasta que un día los papás decidieron comprar cadenas, pero le dijeron a Lily: 
"Nada más vamos a comprar cadenas para poner una trampa".
Lily pregunta: "¿Para qué va a ser la trampa?"
Los papás se quedaron pensando. 
Agarraron las cadenas y agarraron a Lily y con una cadena fueron a un árbol y la encadenaron ahí. Le construyeron una casa pequeña y ahí siempre vivió y nadie la salvó. 
Sus amigos entraron a su casa. Juanito, el más fuerte, trató de arrancar las cadenas pero no pudo. Las cadenas se las pusieron en el cuello y cada vez se ahorcaba más y ahí es donde murió.
Lily no tuvo el Derecho de los Niños a no ser maltratado.

Fredel Granados Chávez
5 años
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"El niño enfermo"

Christian no quería comer frutas ni vegetales, las frutas le parecían que sabían a huevo y tampoco le gustaba el huevo. Le parecía que los vegetales sabían a chile y no le gustaba el chile, así que no le gustaba comer ni frutas ni vegetales.
Comía “doritos”, paletas y también chocolates.
Un día le dolió tanto la panza que lo tuvieron que llevar al doctor y operarlo.
Los doctores le preguntaron que si comía frutas y vegetales y él no quería decirles que solo comía cosas de comida chatarra. Pero sí les dijo que comía todos los días y todas las noches comida chatarra y los doctores le recomendaron que comiera frutas y vegetales. El niño no quería, hasta que lo obligaron y lo hizo, y dijo que sabían ricas y siempre comió frutas, verduras… y se olvidó de la comida chatarra.
Hasta dijo que la comida chatarra sabía mal.

Fredel Granados Chávez
5 años

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"El niño desperdiciado"

En un pueblo vivía un niño llamado Juanito, él desperdiciaba el agua que había en su casa y en su jardín, todos le decían: “No desperdicies el agua” ... ¡Hasta se lo decían los rateros!

Juanito, el día del cumpleaños de su mamá, hizo una bomba de agua con un globo y bastante agua, lo aventó, y además de que cayó en el pastel de su mamá, después agarró un globo más grande, le echó toda el agua que tenía porque hizo otra bomba y otra; también le aventaba agua con la manguera a su perrito, una vez hasta por doce días dejó la llave abierta y un día pasó que ya no tenía nada de agua; no se pudo bañar, no se pudo lavar los dientes y no pudo darle agua a su perrito.
Juanito aprendió la lección y jamás en su vida volvió a tirar agua.

Fredel Granados Chávez
5 años

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"La calavera del mal"

En una cabaña unos pequeños niños y niñas se encontraron con un señor que les dijo:
"Oigan si quieren, pueden pasar."
Los niños dijeron: "No gracias, preferimos estar aquí afuera porque hay puro sol", pero de pronto vieron que un trueno pasó, que el sol se oscurecía y ya no había luz. 
Y dijeron: "Bueno, está bien, entraremos."
Pero pisaron una calavera que estaba en el piso de la cabaña y se cayeron a una profunda y oscura caverna.
Ahí había puros tesoros, calaveras y dinero y escucharon unos gritos: “No se acerquen, no se acerquen...”
Por fin, ellos vieron una salida, pero en esa salida estaba el señor que se habían encontrado, diciéndoles: "Soy un muerto saliendo por las noches "y voltearon para atrás y cuando voltearon ya no estaba el señor y dijeron los niños: “Se esfumó, vamos a perseguirlo”
Ya nunca lo pudieron ver, pero lo que sí se llevaron de la caverna fue una calavera pura que estaba hecha de acero, y esa era la caverna del mal, tenía deseos malos.
Los niños pidieron tener fuego para quemar al señor, pero aún el señor no aparecía y no aparecía.
De pronto, cuando se iban a dormir, uno de los niños empezó a reír, a reír, a reír...rió tanto que se esfumó y los demás pensaron que era una broma, pero lo bueno de esto era que solo era un sueño, el sueño de un niño... pero cuando despertó sintió que se había convertido en un simple conejito que estaba soñando algo feo y el niño decidió no ver más películas de terror y suspenso.

Fredel Granados Chávez
5 años.
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"La niña feliz"

En 1899 nació una niña llamada Cristiana.
Ella siempre ayudaba a sus amigos que no podían hablar, o a los que no podían correr porque se lastimaron.
Siempre ayudaba a todos, pero por cierto... nadie la ayudaba a ella, ni siquiera se acordaron de cuando fue su cumpleaños.
Entonces ella se enojaba y les decía a sus padres: Me voy a encerrar en mi cuarto porque nadie me quiere.
Si te quieren hija...
¡Pero nadie me ayuda, nadie me escucha!
Cuando fue su cumpleaños, de los siete años, los demás recordaron que ella los ayudaba y eso, entonces, todos ayudaron a la mamá de Cristiana a hacer un pastel y los niños hicieron las invitaciones del cumpleaños.
Le dijeron a Cristiana que no recordaban nada, pero luego, le dieron la sorpresa de su cumpleaños.
Entonces la niña Cristiana pensó que siempre estaba bien ayudar a los demás y ya nunca se enojó.

Fredel Granados Chávez
5 años
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"El niño en la cama"

Esta era una vez un pequeño niño que nunca se levantaba de la cama.
Y no se levantaba porque tenía tanta flojera, que no era capaz de mover aunque sea la cabeza.
Solo veía las mismas películas, pero luego, empezó a gritar porque ya estaba cansado de quedarse en la cama, pero no se podía mover… porque no podía, no podía y no podía.
Sus papás fueron corriendo y le dijeron: 
¿Ves lo que te pasa si no te sales de la cama?
Nosotros te podemos ver en la cama, no creas que no te vemos en la cama, tenemos cámaras escondidas en todo tu cuarto y solo vemos que ves películas, comes palomitas y solo juegas con tus video juegos, en la cama.
Así que de castigo no te vamos a dejar ver la televisión en una semana.
Ayudaron al niño a levantarse y le dijeron: 
¡Nunca vuelvas a hacer eso!
Y su lección fue que nunca jamás se quedaría en la cama tanto tiempo.
Entonces ya se iba a la escuela, iba a comer a los restaurantes con sus papás o se iba a jugar al béisbol con su papá.

Fredel Granados Chávez
5 años.

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"El niño mentiroso"

Había una vez en un pueblo donde vivía un niño que era muy engañoso. Cuando se lavaba los dientes solo se echaba enjuague para que creyeran que se lavó los dientes, pero no se los había lavado.
Cuando era hora de dormir solo se hizo el dormido y cuando sus padres se fueron prendió su lámpara y quería jugar con su hermano. 
Pero su hermano mayor decía: ¡No, no, no! Yo me voy a dormir.
Cuando fue de día hizo un muñeco parecido bien bien a él y se lo llevó a la escuela y lo puso ahí y se fue y se quedó en su casa a jugar con sus video juegos.
-Un día, vieron que no tenía su cepillo de dientes y que su cama no estaba destendida, y vieron en la escuela que ahí estaba el muñeco y dijo la maestra: Este no toma agua, no come su lonche y no trabaja, se dio cuenta que no era un niño.
Y no le dijeron al niño y pusieron cámaras y con eso lo descubrieron.
De castigo le dijeron no vas a salir con tu amigo Juan.
El niño aprendió que decir mentiras no es muy bueno.

Fredel Granados Chávez.
5 años.
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"La niña Regina"

En Egipto vivía Regina.
Ella era una niña que nunca salía jugar con los niños ... ¿Por qué?
Porque los niños en ese tiempo no querían a las niñas.
Decían que ellas solo iban a jugar con los niños, pero acusándolos de que ellas les pegaban,pero las niñas no les habían pegado.
Los niños se cansaron de estar jugando solos.
Un día jugaron a algo que necesitaban a muchas niñas... 
¡Y no las querían! Pero necesitaban a las niñas, era el único juego que se les ocurría. Entonces le dijeron a Regina: 
"Vas a jugar con nosotros y tus amigas también."
Dijo ella, está bien, pero no jueguen a algo de niños.
Y jugaron y fueron felices para siempre.

Fredel Granados Chávez.
5 años.

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"Los cupidos"


Esta era una vez un mundo de cupidos. 
Ahí había muchos señores y señoras que estaban enamorados, porque había cupidos.
Y todos eran muy felices.
Pero un día, los cupidos se enfermaron, así que ese día no se pudo tener Amor, ni Amistad, y ese día era el 14 de febrero... ¡Y no se podían ver las sonrisas de los cupidos!
Así que los enamorados se empezaron a separar, hasta que se recuperaron los cupidos... 
Pero era demasiado tarde, porque todos los enamorados ya se habían separado. 
Los cupidos buscaron a los enamorados para que se volvieran a enamorar, los buscaron día y noche, día y noche, pero solo alcanzaron a unir a una pareja nada más, ya no más y ya no menos.
Hasta que un día, se cansaron los cupidos, ya iba a ser el cumpleaños de los cupidos, y ese día los que habían estado enamorados iban a organizar una fiesta y como eran tres días antes del 14 de febrero, todavía tenían tiempo. 
Ese día se divirtieron mucho y otra vez se enamoraron todos.
Y todo volvió a la normalidad.

 Fredel Granados Chávez
5 años.
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"Del amor nace 
la amistad, y 
de la amistad 
nace la ayuda."

Fredel Granados Chávez
5 años.

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"El jaguar y la niña"


Esta era una vez una niña que era china.
En China, como nunca podía ir al bosque, se quedaba en la casa para jugar.
Pero un día le dijo su mamá: Voy a ir con tu padre a una junta, no quiero que te vayas al bosque.
Y cuando su mamá ya estaba en la junta, la niña se fue al bosque y se encontró a un jaguar. 
Le dijo el jaguar: ¿Quién eres tú? La niña le dijo: soy Cali.
Y tú ¿cómo te llamas? Me llamo Torto, dijo el jaguar.
La niña le preguntó a Torto que si tenía padres y él le respondió: No, no tengo. Yo no tengo familia. Bueno, tenía, pero ellos me adoptaron.

Dijo la niña: ¡Qué pena! Yo sí tengo familia.
Bueno, ya se terminó nuestra plática porque ya me tengo qué ir, mi mamá me dijo que no me fuera al bosque.
Torto dijo: ¡No te vayas aún! 
¿Por qué no Torto? ¡Me tengo qué ir!
Torto le respondió: Yo te puedo llevar.
¡No, no me lleves, si te ve mi mamá te va a matar!
No importa, yo iré contigo.
Se fueron los dos a la casa, llegó la mamá y aún estaba Torto con la niña.
La mamá dijo: Esta sorpresa la trajiste del bosque ¿verdad?
Te dije que no te fueras al bosque, porque hay muchas criaturas, y son salvajes.
La niña dijo: No mamá, esta criatura habla, no es salvaje… ¿me puedo quedar con ella como mascota?
La mamá dijo: Bueno, pero solo si no es salvaje.
En ese momento llegó el papá y preguntó: ¿Qué hace este monstruo aquí?
Dijo la hija: Es un jaguar ¿me lo puedo quedar como mascota?
Le dijo su papá: Si no es salvaje, sí.
Pero por dos días te vamos a quitar tu mascota porque te fuiste al bosque sin nuestro permiso, porque sabes que solo puedes ir al bosque, pero con alguien adolescente.

Fredel Granados Chávez
5 años.
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"La niña come dulces" 

Había una vez una niña llamada Kimberly y le gustaban mucho las fiestas.
Le gustaban tanto que siempre asistía a todas las fiestas del mundo, aunque no  invitaron a todas.
Pero un día comió tanto dulce, que se enfermó.
Comió chocolates, chicles, gomitas, bombones, dulces de menta, paletas, paletas de chile. Papitas con chile, doritos y unos cuantos cheetos.
Así que quiso averiguar qué le estaba pasando.
Y lo que le estaba pasando, es que se dio cuenta de que si asistía a todas las fiestas del mundo estaría robando dulces a los vecinos de al lado o de su esquina, por comérselos ella, no alcanzaban ellos. Entonces solo fue a algunas fiestas del mundo para ya no comer tantos dulces y de ahora en adelante solo era vegetariana, ya no comía muchos dulces y nada más iba a las fiestas que la invitaban.

Fredel Granados Chávez
5 años
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"La niña come dulces"

Había una vez un osito que obedecía mucho, mucho, a su mamá.
Pero un día se le ocurrió hacer una travesura y se portó mal.
Lo que hizo fue escaparse sin permiso de su mamá, el osito tenía dieciocho años.
Fue a una cueva para vivir más caliente, pero se dio cuenta de que ahí era una cueva que ya estaba ocupada por un oso y el oso dueño, no lo tenía que ver.
Entonces se metió a su guarida secreta, porque tenía una guarida debajo de la tierra.
Mientras que en su casa, su mamá lo estaba busque y busque.
Se fue a la cueva y cuando lo encontró dijo: “Hijo, hijo no te acerques ahí, es del oso rey, el más fuerte”
Y él no hizo caso.
Pero se acercó el oso rey, vio al hijo y le preguntó a la mamá: ¿Este es tu hijo? Dijo la mamá: ¡Sí! ¿Podríamos hacer familia? Y dijo la mamá: ¡Sí, sí!... 
Entonces fueron a su casa, agarraron sus cosas y día y noche, día y noche, se divertían, iban al campo, hasta que el oso rey se tuvo que retirar para irse a una Universidad. 
Y cuando volvió ya no salieron nunca de la cueva en la época que hacía frío, hasta cuando ya llegó la primavera salieron y se divirtieron más.

Fredel Granados Chávez
5 años

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"La niña y las flores"

Había una vez una niña que le gustaban mucho las flores, tanto, que ni siquiera quería dejar de verlas... pero sabia que tenía que ir a la escuela.
Pero no se iba y no se iba, entre día y noche, día y noche, no dejaba de ver las flores. 
Pero entonces se dio cuenta de que si no iba a la escuela, ella no iba a ser una profesionista.
Entonces forró sus cuadernos que le mandaban por correo y les puso estampas de flores.
¡Le puso tantas flores que le tuvo que quitar unas y dejarles solamente tres!
Ya fue a la escuela y le enseñaron todo lo que habían estudiado cuando ella no estaba.
La niña aprendió que si te impresiona algo, lo puedes poner en tus libros, o en tu mochila, pero también, sobre todo lo que aprendió, fue que la regañaron porque gastaron tanto dinero para mandarle los libros y no los usaba.
Fue buena estudiante y luego se dormía en la escuela, porque ahora, en vez de que le gustaran tanto las flores, pues ahora le gustaba la escuela. 
Fredel Granados Chávez
5 años

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Mensaje de Fredel

Los niños que se portan bien,
 tendrán Feliz Navidad...

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Con el Corazón de Dios, los niños tendrán la vida para que nunca les pase nada malo. 
En esta época de Navidad, sabemos que nace el Niño Dios. Es una fiesta para que piensen todos los niños, que en la época en que Dios nació y creció, hizo muchas cosas para que nosotros viviéramos... Él nos creó con barro. 
Dios ayuda a las personas que no tienen nada de comida, cuida a los niños pobres.
El Niño Jesús ama a los niños y los niños deben amar a Jesús, obedecerlo muy bien. 
Les deseo Feliz Navidad:
A los niños que son pobres; a todos los niños, papás y familiares que buscan un lugar o un Centro donde haya comida, para poder estar a salvo. 
Feliz navidad a los niños de las escuelas más pobres.
Feliz navidad a mi papá, a mi mamá...
¡Y a toda la familia que tengo en todo el mundo!

Fredel Granados Chávez
5 años

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"La piña"


[fredel+cuento++6+dic-1.jpg]
Había una vez una piña que comía mucho. mucho, y nadie la quería porque comió tanto que era la más grande de las piñas.
Comía puro dulce y nadie quería comer de los dulces que comía la piña, porque todos los de ese país eran vegetarianos y carnívoros y a nadie le gustaban los dulces.
Si alguien se atrevía a comer un dulce, los reyes los mandaban al fuego, o a la cárcel. 
Y para que volviera el que lo mandaban a la cárcel o al fuego, tenía que ser prisionero de los reyes y si no quería ser prisionero de los reyes, se quedaba para siempre en la cárcel o en el fuego.
Y sobre todo si era un rey o una reina, como uno que se comió un dulce, los reyes lo mandaron a la cárcel.
Franklin Su, él sí quería volver, pero como prisionero sufrió mucho, no tenía agua, ni qué comer.
Entonces, los reyes vieron que ser malos no era tan divertido, ni que todos los obedecieran y por eso le mandaron agua y comida a Franklin. 
Ya no quisieron ser reyes y decidieron hacer lo que hacían los demás.

Fredel Granados Chávez
5 años

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"El niño y los monos de nieve"

[fredel+29a.jpg]
Había una vez un niño que hizo un gran y gigantesco, gigantesco muñeco de nieve que llegó hasta el cielo.
Y el mono de nieve tuvo una novia y tuvieron hijitos pequeños. 
Tuvieron una niña y un niño.
El niño que hizo los monos de nieve los vistió con ropa muy calientita y les puso botines a los dos muñecos.
La ropa del mono era azul y la de la mona era morada.
Los monos se derritieron fácilmente, porque el niño les puso cosas tan calientitas.
El niño vio que se hicieron agua sus monos y como eran muy grandes se inundó toda la ciudad con agua.

Fredel Granados Chávez
5 años

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"Los ganadores"

Había una vez un caballito llamado "López Juan." 
Era el mejor caballo, competía en una gran gran carrera de caballos. 
Pero de pronto, en la carrera, como no había comido, perdió.
¡Resulta que era el perdedor en vez del ganador!
Se sintió mal porque en vez de echarle porras, le dijeron: ¡Buuuuuuuuu!
Se fue corriendo y llorando a su casa, porque era pequeño, apenas tenía tres años.
Cuando ya se iba yendo a la nueva carrera, se encontró a un toro, y también estaba llorando. 
Estaba llorando porque le había pasado lo mismo, le habían echado un: ¡Buuuuuu!
Era un toro grande y un caballo pequeño, entonces el toro decidió que hubiera un ganador para que se arreglaran las cosas y el toro se enfrentó para arreglar las cosas.
Comieron mucho mucho, pero no tanto, porque si no iban a engordar. 
Y ganaron los dos... y la gente les gritó millones de vivas, porque ganaron al mismo tiempo y les dieron dos trofeos, uno de arreglar las cosas y otro, por ganar.

Fredel Granados Chávez
5 años

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"El cuento de la mandarina"

Había una vez una mandarina que estaba caminando en el desierto, tenía pies.
Como caminó tanto quiso descansar y de repente se sentó en una roquita, pero como no escuchó al gran gran elefante, sin querer, el elefante la pisó... Y salió volando la mandarina diciendo: 
¡Mi juuuuugo!... ¡Mi jugoooo!
Y cayó en un volcán... ¡Y va a explotar!. 
Como explotó el volcán, la mandarina se quemó, se fue al lago para enjuagarse, ahora en vez de que la mandarina estuviera con fuego, el agua estaba llena de fuego, porque ahí se había enjuagado, y el agua explotó. 
Y la mandarina se llenó... porque ahí se encontró muchas mandarinas. 
¡Y la mandarina comió mandarinas…. ! 

Fredel Granados Chávez
5 años

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"La lámpara mágica"

Había una vez una lámpara mágica donde había bastantes bastantes mosquitos, y todos querían esa lámpara porque era muy blanca, blanca.
En un concurso la usaron como un gran gran premio. 
El concurso se trataba de que el que tomara más vasos de agua y comiera más, ganaba. 
Y el concurso lo ganó una niña llamada Mariel.
Cuando le dieron la lámpara, sin querer se le cayó, entonces como se rompió, salieron todos sus poderes y salió el poder de la luz y... ¡Era muy brillante!
Ese poder, era capaz de lograr hacer bastantes cosas en el aire; como un león o una jirafa, o una persona, o un caballo, o una raya ¡muchas cosas podía hacer!... ¡Hasta una computadora!
Todos sus poderes se entregaron a la niña y ahora, en vez de que la lámpara tuviera poderes...¡La niña Mariel los tenía!

Fredel Granados Chávez
5 años
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"El cachorro lindo"

Había una vez un perro que era muy muy muy obediente que se llamaba “Tititito” y todos lo querían porque se portaba muy bien.
Cuando le decían siéntate, se sentaba; cuando le decían escribe algo, lo escribía, como por ejemplo "mamá", "perro".
Todo lo que le decían, lo hacía.
Un día le llevaron una sorpresa de demostrar que era un buen perro, pero era un cachorro.
El perro abrió su regalo se encontró un peluche para morderlo cuando quiera.
Cuando fue adulto pudo ser mejor portado y ya podía salir solo a la calle.
Un día abandonaron al perro porque rompió un vidrio sin querer, y no sabían que era sin querer.
Y cuando se dieron cuenta de eso lo perdonaron, solo lo dejaron afuera de la casa.
Solo estaba con su peluche ya todo mordisqueado, sucio y roto.
Sus dueños fueron por él y lo quisieron, pero la que más lo quiso fue la niña de la casa.

Fredel Granados Chávez
5 años

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"El payaso"

Había una vez un payasito que era muy famoso y que daba demasiados regalos a los niños que iban a un circo.
De tan famoso que era le daban mucho, pero mucho, pero muuuuuchhooo dinero.
¡Hasta venían ranas a verlo!
Como él antes no tenía dinero y como ya tenía, se pudo rentar una casa con su familia.
Una vez lo asaltaron y se quedó sin dinero, solo quedó su casa y otra vez fue pobre, y creyó que nadie quería ir con él hasta que fuera rico.
Volvió a trabajar y ya fue rico de nuevo... ¡Hasta festejó porque tenia mucho más dinero que antes!
Era famoso porque todo lo hacía muy muy muy muy bien… por eso era famoso.

Fredel Granados Chávez
5 años

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"Las hadas"

Había una vez un gigante que era muy gordo y siempre tomaba muchos bichos al día... y también volaba.
Porque se juntó con unas hadas y se encontró a la hada reina.
La hada reina quería comer un gigante y entonces… ¡se lo comió! ...y como era muy gordo parecía que ahora la hada estaba gorda. 
El hada no puede volar porque está muy gorda.
Se quedó acostada y para siempre. 
Las hadas la ayudaron a que salga el gigante hasta que lo vomitó.
El gigante ya estaba todo hecho masa gigante.
Y entonces las hadas lo cocinaron para hacer tortillas de masa.

Fredel Granados Chávez
5 años

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"La bola de carbón"


Había una vez un lápiz que tenía manos y era muy amoroso, siempre ayudaba a las personas y un día encontró a los niños pobres y les dio comida.
Un día encontró a otros niños que eran descuidados por sus papás y los cuidó siete días seguidos y los ayudó para ir al doctor.
Después su mamá lo llamó, era un lápiz, y fueron a escribir muchos mensajes a una escuela, que era la más famosa del mundo.
Pero un día encontraron a los Reyes Mágicos y a Santa Claus, dándoles regalos a todos los niños.
Se cayó de la bolsa de Santa Claus, un gran gran pedazo, gigantesco pedazo de carbón de ochenta mil doscientos noventa y nueve metros, era de color negro como el Troll.
El gran gran pedazo de carbón se lo comió el Troll.
Los lápices se murieron porque les cayó encima la bola hecha de carbón.
Los Reyes Mágicos escaparon de la bola de carbón. 

Fredel Granados Chávez
5 años

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"La pluma"


Había una pluma que era demasiado, demasiado pintora, y cuando le decían no pintes, pintaba.
Cuando le decían pinta... ¡no lo hacía!... porque esa pluma no entendía bien.
Un día ya no consiguió con quien pintar, ya no había quien la usara.
Sola pintó toda la calle de color morado con amarillo, con verde y blanco y rojo.
Escribió: “Mexicanos al grito de guerra”
Así fue pintando la calle todo el día, día y noche y también en la mañana.
Hasta que un día encontró un amigo con quien jugar, era una pluma gorda, se encontraron a ochenta mil doscientos noventa y nueve amigos en el mundo y también los encontraron en Japón, en Jamaica, en México, en Estados Unidos. 
Juntas para siempre todas las plumas y plumones pintaron hasta el cielo: "¡Que viva México!"´

Fredel Granados Chávez
5 años

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"Ninja"

El ninja era “característico”, porque sabía Karate y también sabía Tae-Kwon-Do.
Trepaba los árboles y también hacía caras raras, como sacar la lengua y torcer los ojos.
Era un ninja famoso porque sabía mucho Karate y mucho Tae-Kwon-Do, era el mejor Maestro.
Se fue al bosque y salvó a niños de un gran león salvaje que era el rey de la selva: ¡Crgrrrrcrgrrr…!
Hasta que un día le ganó el búfalo y el “característico” perdió.  


Fredel Granados Chávez
5 años

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"La víbora"

Mary Fer, Abraham y José fueron a un campamento que era en un bosque y se encontraron a un oso, como no tenían armas para el oso, el oso atacó.
Primero ya empezó a estar pegándole a José, después, con sus garras, le rasguñó el coco a Abraham.
Mary Fer sí tenía armas, tenía un hacha, tenía una sierra, aceite para prender fogatas, una espada, un clipitito.
Como tenía cinta adhesiva pegó todas sus armas que tenía pero menos el clipitito, porque el clipitito iba a ser el motor para un tanque, para que con aire todo corriera rápido, hizo tres tanques, el más rápido de los tanques era el de Mary Fer.
Esos tanque hacían volar y los tres se fueron... y el oso no los alcanzó.
Llegaron a una cueva con cavernas, se encontraron a una cobra y adentro de su estómago se hicieron carne molida, eso fue su imaginación. 
Con los motores… ¡Brrrrrrf!... Grgrgrgrgrgrrrrr!... ¡La mataron!
Y vivieron felices para siempre.

Fredel Granados Chávez
5 años

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"El pintor más famoso"

Se trataba de una pintura de Pablo “Picante”
Sus pinturas eran demasiado raras, las limpiaba con un borrador de lápiz y después las volvía a copiar.
Una vez, se le ocurrió romper sus pinturas más famosas, se enojó porque el jefe de Pablo “Picante” ya no lo quería, -porque el jefe era muy regañón- regañaba a Pablo porque se salía de la raya.
Una vez, se le ocurrió escaparse a Puerto Rico, se convirtió en Daddy Yankee y cantó la música de “Lo que pasó, pasó… entre tú y yo".


Fredel Granados Chávez
5 años

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"Jenny por el diablo"

Significa que se la llevó el diablo, es un decir...
Había una vez una niña que se llamaba Jenny.
Jenny estaba en una fiesta de Halloween, porque era Halloween y de repente fue al baño y en el baño se encontró a Drácula. Entonces Drácula la llevó a su castillo y cuando se durmió Jenny, tuvo miedo, porque creyó que le iba a chupar la sangre y sí, eso fue.
Drácula la engañó y cuando fue día ya se había muerto, porque ya no tenía sangre.
Le mandaron un correo a Drácula, de un elefante que fue atrapado en una red de Drácula y creyeron que Drácula era bueno y querían que los ayudara, porque el elefante era una mascota de una casita pequeña... donde vivía un sultán en Arabia.
Drácula no fue a ayudarlos y el elefante se escapó.
Drácula destruyó todo el pueblo.
Pero esto era mentira, era imaginación de Fredel.

Fredel Granados Chávez
5 años 

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"Junior"

Un clip llamado Junior jugó con sus amigos, porque su mamá lo dejó que jugara poquito tiempo. 
Sus amigos eran unos clips, pero de otro color, Junior era de color plata y siempre estaba reluciente y limpio por eso era el campeón de los clips.
Una vez se le ocurrió a Junior hacer una gran, gran, pero gran travesura, primero manchó la casa de lodo, después rompió la computadora aunque ahí estuvieran los juegos favoritos de Junior.
Y esto, va a ser algo un poco romántico: se encontró a una clip niña y se enamoró de ella, porque él era un niño, y la niña era una niña… ¡Y se casaron! 
Y su mamá le dijo que no se podía casar con nadie porque era demasiado pequeño, apenas tenía dos años y la Clipa tenía dos años... ¡Y se casaron!
Y tuvieron clipititos y vivieron felices para siempre.

Fredel Granados Chávez
5 años 

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"La escultura"

Había una vez una escultura que era en forma de cruz pequeña, estaba en una escuela de ya grandes, pero todos sus amigos se burlaban, porque la escultura pequeña era demasiado pequeña y sus amigos eran adultos y Chip la escultura, -porque así se llama, Chip,- se fue a otra escuela y sus amigos pensaron que se habían sentido mal por burlarse, entonces decidieron llamarle.
Le dijeron a Chip que a no iban a burlarse de ella y Chip volvió el lunes, estaba puesta en su banco porque era una escuela grande y rica, porque era la escuela más famosa del mundo.
La escultura Chip la había hecho la imaginación mía, yo, Fredel.
Vivieron felices para siempre. 

Fredel Granados Chávez
5 años 

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"La playa"

Había una vez un mar que tenía ochenta y nueve tiburones.
Los tenía en la orilla y al fondo, así que ningún visitante de Chapultepec, no querían ir a esa playa.
Pero un día, un visitante que ya sabía que había tiburones, fue valiente y quiso averiguar por qué había tantos tiburones, pero resulta que los tiburones no eran de verdad.
Eran robots.
Así que cuando los visitantes se dieron cuenta de eso, ya volvieron a la playa.
La gente se hizo amiga con los tiburones y los tiburones dejaron que las personas subieran a su lomo y viajaron hasta la otra isla de allá.

Fredel Granados Chávez
5 años 

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"El spray"

De un spray que era mágico: leía la mente, inventaba carbón, podía crear fuego y payasos felices. El spray era de una niña llamada Ana.
Un día el spray perdió sus poderes mágicos ya no pudo ser mágico. Y una niña quiso usar el spray con poderes, quería aparecer un elefante, echó spray pero nada, solo sacó lo que tenía que sacar: agua verde.
Lo quiso usar otra vez para convertir un vampiro, echó spray y…sacó agua azul.
Se dio cuenta que el spray no tenía poderes, tenía pocos, y lo tiró a la basura.
El spray estuvo triste y vivió triste para siempre. 

Fredel Granados Chávez
5 años 

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"La silla"

De una silla vieja y oxidada, que nadie quería sentarse.
Pero cuando escuchó que a las sillas viejas las lavaban, dijo: “Entonces, si me lavo, ya me quieren".
Pero no fue cierto, más se oxidó.
Estuvo podrida y se escondió en un bote de la basura para ahí pintarse de color blanco brillante, para que ya la quisieran.
Se pintó y ya la quisieron. Pero había un problema, como se pintó tanto, ya no querían a las otras sillas, solo a la silla blanca.
Las otras sillas hicieron un concurso de sillas a ver quién ganaba y ganó la silla vieja, que ya estaba de color blanco.
Las otras sillas se rindieron.  

Fredel Granados Chávez
5 años 

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"El niño y su mamá"

Era un niño que se portaba muy pero muy mal, y como se portaba tan mal, cuando quería algo su mamá le decía que no y que no. 
El niño no obedecía y un día decidió no hacerle caso de nada a su mamá y cuando su mamá vio que no le hizo caso, le dejó encerrado diez minutos en su cuarto sin tomar agua y no le dejó que viera la tele, pero ni siquiera le funcionó eso. 
La mamá le decía que comiera y no lo hacía, le pedía barrer y no lo hacía, y trapear y no lo hacía, rompió su "tarrón" de flores favorito del día de las madres, rompió un vidrio con una pelota... ¡Y costaba ochenta y cuatro dólares! Y quemó el caballo de la mamá, porque vivían en un rancho. 
Así que la mamá decidió irse de la casa, el papá se había ido a la guerra y se murió.
El niño tenía ochenta y ocho años y él cocinaba solo, porque ya estaba grande, pero todavía le temía a la oscuridad y se hundió en las cobijas, pensó que se iba a portar bien y mandó una carta a Japón, porque ahí se había ido su mamá.
Su mamá sí quiso regresar porque se dio cuenta de que ya se portaba bien el hijo.
Y fueron felices para siempre. 

Fredel Granados Chávez
5 años 

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"El león enamorado"

De un león que estaba enamorado de una leona, pero como casi siempre no se veían ellos, no le quiso decir que estaba enamorado, porque pensó él que la leona le iba a decir que no.
Así que mejor le gustó que le mandara a la leona una carta diciéndole lo que él siente por ella, pero en equivocación se la dio a otra persona y era la gemela de la leona, y cuando la otra leona vio que en verdad no la quería, pensó que no la quería y decidió ya no hablarle. 
Pero el león, como eran gemelas ya no sabía quien era cada quien.
Así que mejor decidió ya rendirse el león.
Mejor se dio cuenta de que eran iguales y ya sabía sus nombres, el león se llamaba Leo, la leona que él quería se llamaba María y la otra, Jenny.
Un cazador los atrapó a los tres, entonces ya no se pudieron casar. 
El león se iba a casar con las dos.

Fredel Granados Chávez
5 años 

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"La niña y el sombrero"

Una vez estaban jugando el sombrero y la niña, pero de repente se dio cuenta la niña que el sombrero hablaba y cuando le preguntó que cuál idioma habla, le dijo que hablaba hindú.
Pero ella le preguntó entonces porqué estaba hablando español y cuando fue hora de irse a comer, la niña no le quiso decir a su mamá que le había comprado un sombrero que hablaba.
Cuando llegó su papá, como él mandaba en la casa, la niña decidió esconder su sombrero y lo escondió en un guardasombreros.
¿Saben de donde venía el sombrero?... venía de Jamaica, porque ellos venían de Jamaica, que era una Isla... así que en la noche, el sombrero y la niña empacaron y se escaparon de la casa.
La niña quiso hacer como si ella estuviera en casa y la niña hizo una niña parecida a ella, con cachos que agarró del panteón...(!)... y al otro día, cuando sus padres vieron, en verdad no creyeron, porque no le dio tanta vida a esa niña, solo le dio vida de cinco minutos y se dieron cuenta de que se escapó ¿A dónde?... ¿A China?... 
Pero, sus papás pensaron que podía haber ido solamente a comprar sus útiles de la escuela y cuando vieron que se tardó pensaron que le pasó algo malo y la buscaron y la buscaron, pero no la encontraron, hasta que se rindieron.
Pero entonces, en vez de buscar a su hija, dijeron: "Mejor vamos a dejar de buscar a nuestra hija y en lugar de educar a una hija, vamos a educar a un perro".
La niña ya no regresó, se quedó con su sombrero y después de Jamaica viajó hasta China.
Fredel Granados Chávez
5 años 

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"El zapato negro"

Un zapato que no quería ser usado porque siempre lo trataban muy mal, y también porque no lo obedecía su hijo zapato, él era un papá zapato. 
El papá zapato le pedía al hijo zapato que comiera pasto y él no hacia caso.
Le pedía que recogiera su cuarto, claro, que levantara sus juguetes, como eran pobres solo tenía dos, el primero era un osito y el segundo era un dinosaurio, y no los recogía. 
Pero de pronto descubrió a dónde se iban los zapatos viejos, pero no era de verdad, era mentira, lo vio en un sueño:
Soñó que iban a un lugar donde usaban a los zapatos como que les quitaban los cordones y los usaban para los cometas. 
Los usaban para hacer los cables de electricidad, para hacer los cordones de los regalos… 
Tenía miedo de irse a los zapatos viejos y él se escondía para que no lo usaran, se escondía como en una mochila….brinca… ¡poing! y entra a la mochila…en el closet metido en un bolsillo de un abrigo y también en un cajón. 
El zapato era un zapato ya grande, era talla ocho, de color negro y descubrió que si no usaban a los zapatos, los iban a encontrar para quitarles los cordones y cuando se dio cuenta de eso, decidió mejor ponerse en su lugar y dejar que lo usaran.  

Fredel Granados Chávez
5 años 

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